Tobias Jung Altrogge
Tobias Jung Altrogge es Director de Estrategia y Comunicación de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas
Agradecimientos a: Mariana Fernández Puche, Álvaro Martínez Rojo, Silvia Prada, Javier Ramia
0. Introducción
La respuesta a la pandemia de la COVID-19 y el impacto de la agresión de Rusia a Ucrania sobre los mercados nos recuerdan severamente la dimensión transfronteriza de nuestras políticas públicas. Los retos globales como el cambio climático no entienden de fronteras, por mucho que necesiten de respuestas nacionales. A la vez, la complejidad de estos retos demuestra la importancia de contar con instituciones públicas fuertes, transparentes y con capacidad de respuesta para las personas y el planeta, sin dejar a nadie atrás. Las administraciones públicas españolas siempre han tenido una vocación internacional y participan de manera especialmente activa en acciones de cooperación. El diálogo permanente y el trabajo conjunto entre instituciones homólogas acerca las formas de entender y abordar retos compartidos, genera relaciones de confianza que transcienden acciones de cooperación específicas. Permite avanzar en la construcción de un orden multilateral enmarcado en valores universales como la dignidad humana, la libertad, democracia, la igualdad, el Estado de derecho y el respeto de los derechos fundamentales. Valores que están en el ADN de España y de la Unión Europea, de nuestras sociedades y nuestra gobernabilidad democrática.
Tanto en el ámbito de la cooperación española, como en el de la cooperación europea, el talento público de las administraciones es parte esencial de una decidida apuesta por el acompañamiento a nuestros países socios en procesos de mejora de sistemas y políticas públicas más inclusivas y sostenibles. La consolidación de alianzas internacionales entre pares permite, a su vez, construir una acción exterior y una política de cooperación al desarrollo basada en valores, que materializa nuestra concepción de un multilateralismo basado en normas. La internacionalización de las administraciones públicas, que también genera un importante retorno de conocimiento y experiencias, es una piedra angular para avanzar hacia nuestras metas comunes.
1. Marco conceptual: ¿Qué es y cómo se articula la Cooperación Técnica Pública?
La clasificación más general de los tipos de cooperación internacional diferencia, por un lado, la cooperación técnica, que engloba las acciones destinadas a reforzar las capacidades de las organizaciones mediante la provisión de conocimiento (capacity building); y por el otro, la cooperación financiera, que puede materializarse mediante transferencias monetarias reembolsables y no reembolsables.
Dentro la cooperación técnica, la cooperación técnica pública (CTP) consiste en la movilización e intercambio de conocimiento y experiencias (Public Sector Expertise) entre instituciones públicas de un Estado miembro, la UE o un país socio y un tercer país, generalmente a través de diálogos de políticas. Aunque aún no hay consenso a nivel europeo sobre una definición común, el objetivo principal de la CTP es la colaboración entre administraciones en aras de promover cambios profundos y sostenibles en forma de procesos de políticas públicas (estrategias, leyes, planes, protocolos), e identificar y articular así, de manera coordinada, respuestas conjuntas a desafíos comunes.
Como modalidad de cooperación, es decir, como metodología, la CTP es transversal en sentido contractual, operativo y temático. Puede canalizarse a través de cualquiera de las modalidades contractuales generalmente utilizadas en la cooperación europea, como la cooperación delegada o los hermanamientos (Twinning). A nivel operativo, durante la implementación de proyectos, se puede servir de diversas herramientas, tales como: formaciones, visitas de estudios, talleres, encuentros, asesorías, diálogos de políticas, etc. La naturaleza de la CTP como metodología para construir respuestas conjuntas a desafíos compartidos hace que pueda aplicarse en cualquier ámbito temático, desde la adaptación y mitigación del cambio climático, la consecución de la igualdad de género, la gestión y gobernanza de las migraciones, la lucha contra la trata de personas o la digitalización.
La CTP es una modalidad de cooperación no sólo transversal sino enormemente versátil. Su capacidad para adaptarse a las demandas y circunstancias de cada país socio hace que pueda utilizarse con cualquiera de ellos, independientemente de la región y de su nivel de renta. Además, la CTP es complementaria y no excluyente; es decir, puede utilizarse de forma exclusiva o combinarse con otras modalidades como la cooperación financiera. Esta última característica es fundamental para la actual reflexión a nivel europeo sobre cómo lograr un mayor impacto y coordinación del conjunto de las acciones de cooperación para alcanzar las metas de desarrollo acordadas internacionalmente (Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible).
2.- Importancia estratégica de la Cooperación Técnica Pública
Frente a la tradicional asistencia técnica, la CTP, como modalidad innovadora de trabajo, aporta un valor añadido significativo en múltiples dimensiones.
Movilizar talento público a través de diálogos de políticas entre instituciones permite que la cooperación se oriente a la demanda de los países socios, se construya sobre amplios consensos políticos y sociales y se enmarque en prioridades compartidas. Al estar basada en el aprendizaje entre instituciones públicas homólogas y el intercambio de experiencias entre iguales, es una cooperación más horizontal; por tanto, alineada con la Agenda 2030 y la necesidad de construir alianzas para alcanzar los ODS (ODS 17(1)). Es también una cooperación que abandona la unidireccionalidad de paradigmas anteriores, en los que unos países se limitaban a exportar modelos exitosos a otros. No consiste en exportar experiencias exitosas en un ámbito concreto en el que un país tiene una ventaja comparativa, sino en procesos de escucha activa y diálogo entre iguales, en los que el personal de las administraciones (a veces, integrándose en las de los países socios) comparte con el de otros países aquellas experiencias y evidencias prácticas relevantes de cambios que hayan vivido en sus propias instituciones y entornos, a las que han tenido que adaptarse.
Es por ello que la CTP contribuye a tejer capital relacional y confianza entre instituciones, adaptándose de manera flexible a los contextos y realidades de cada país socio. Los puentes tendidos gracias a estas interacciones trascienden el nivel interpersonal, extendiéndose a las relaciones interinstitucionales entre diferentes Estados. Al acercar las formas de abordar retos comunes, se generan no sólo estructuras y objetivos compartidos, sino también valores más similares entre sociedades. Esto se traduce en un mayor impacto en términos de desarrollo sostenible e inclusivo en el marco de la Agenda 2030. Además, la construcción de relaciones institucionales basadas en la confianza permite que los diálogos de políticas, sostenidos en el tiempo, ofrezcan insumos estratégicos para los diálogos políticos a más alto nivel.
El valor añadido de este tipo de cooperación entre pares reside también en el beneficio para nuestras administraciones en términos de retorno. El aprendizaje en una cooperación horizontal es mutuo y tiene impacto positivo también en nuestras instituciones. Cuando una persona que trabaja en el sector público vive de cerca otras formas de abordar desafíos comunes, regresa a su administración de origen con un bagaje de conocimiento, ideas y aprendizajes que revierten en el refuerzo y mejora de nuestros propios sistemas públicos.
A nivel europeo, la riqueza y diversidad de los sistemas y políticas públicas de la Unión Europea convierten al talento público en una seña de identidad de la acción exterior. La UE cuenta con gran experiencia en la aplicación de políticas comunes y/o de manera coordinada; y adaptada a la especificidad y realidad de cada Estado Miembro. Así, la CTP permite capitalizar, movilizar y visibilizar dicho acervo de conocimiento, fomentando la participación de más Estados miembros en la cooperación y la acción exterior de la UE; y ello mejora la coherencia, el atractivo, la diversidad y riqueza de la “oferta europea” de prácticas relevantes para los procesos de reforma de políticas públicas de los países socios. Mediante la proyección exterior de nuestras políticas públicas, la CTP fomenta la construcción de un multilateralismo basado en reglas, promoviendo la búsqueda de respuestas compartidas a desafíos comunes ancladas en los valores, estándares, normas y la forma de hacer de la Unión.
3. Marco de referencia a nivel global y de la UE
Durante la última década el marco de referencia de la política de cooperación europea ha sido muy favorable a la CTP como modalidad innovadora de trabajo con los países socios y de gran potencial para una acción exterior de la UE y sus Estados miembros entorno a valores compartidos. Por ejemplo, La Agenda para el Cambio (2011) introdujo la gobernanza y estabilidad como condición para desarrollo sostenible. Y sobre todo el Nuevo Consenso Europeo de Desarrollo (2017) - respuesta europea a la Agenda 2030 y basada en el refuerzo del trabajo conjunto entre la UE y sus Estados Miembros- ya que reconoce expresamente la necesidad de combinar todos los medios y métodos de implementación que permitan construir alianzas para el desarrollo sostenible, incluidos el diálogo de políticas, la asistencia técnica, los hermanamientos y el refuerzo de capacidades institucionales.
Además de un marco de referencia europeo favorable para este tipo de cooperación, la UE ha contado con herramientas específicas de construcción de capacidades, que han impulsado el intercambio entre instituciones públicas al menos desde el los años 90 del siglo pasado con la creación de los instrumentos de Twinning y TAIEX en el marco de los procesos de ampliación y adhesión a la UE, instrumentos que posteriormente se han ampliado a otros países, vinculado a los acuerdos políticos y comerciales. El compromiso a nivel europeo con la Cooperación Técnica Pública es creciente.
Este compromiso ha quedado plasmado en el reconocimiento jurídico y político de la cooperación técnica pública como modalidad crucial y decisiva de la cooperación europea. El Reglamento de la UE que establece la base jurídica del principal instrumento para implementar política de cooperación europea Europa Global - NDICI (define en qué, cómo, para qué y dónde y cuántos recursos se dedican a la cooperación) recoge expresamente en su articulado la cooperación técnica pública entre los métodos de trabajo con los países socios(2).
A nivel político, los ministros y ministras de desarrollo de los Estados Miembros de la UE reconocieron en noviembre pasado, a través de la adopción de Conclusiones, la CTP como gran activo con que cuenta la UE para trabajar con sus países socios; por su valor estratégico y para un acción exterior y cooperación europea entorno a valores e intereses de la UE. Y se comprometieron a trabajar para extraer todo el potencial de esta distintiva cooperación, clave para llevar a la práctica el nuevo enfoque y paradigma de la cooperación europea de “asociaciones internacionales” y en particular, el “Equipo Europa”.
Este compromiso político se suma al ya existente en torno al potencial de la CTP para trabajar de manera más eficaz en la construcción de Asociaciones de la UE con países de renta media: oportunidades para la agenda sobre el desarrollo en transición; y para reforzar el compromiso del Equipo Europa con el desarrollo humano.
Incluso más allá del ámbito de política de cooperación europea, los ministros y ministras de Función Pública de la UE también han reconocido recientemente la necesidad de una mayor coordinación entre los servicios públicos europeos y la importancia de la internacionalización de la función pública de los Estados miembros de la UE para abordar desafíos comunes compartiendo experiencias prácticas y promoviendo nuestros valores, como plasmaron en la Declaración de Estrasburgo sobre los valores y retos comunes de las Administraciones Públicas Europeas, adoptada en marzo.
El creciente compromiso con la CTP como metodología innovadora y distintiva de cooperar también se constata en el hecho de que cada vez más Estados miembros de la UE (y sus respectivas agencias de cooperación) están apostando por esta cooperación; agencias más nuevas o pequeñas, que no cuentan con tan larga trayectoria en cooperación o para quienes la movilización de su talento público no está en su ADN.
Este doble compromiso jurídico y político alcanzado entorno al valor añadido de la CTP no constituye el punto de llegada, sino de partida, para un debate estructurado entorno a cómo aprovechar todo su potencial. Representa un salto cualitativo fruto de la reflexión impulsada por España (a través de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) - y surgida de la trayectoria de las administraciones españolas en la cooperación internacional- en el marco de la red europea de agencias de cooperación Practitioners Network del servicio de cooperación de la Comisión Europea (INTPA, asociaciones internacionales); con el apoyo de la AECID y otros Estados Miembros y sus respectivas agencias (Alemania, Bélgica, Francia, Lituania y Portugal).
Esta reflexión ha permitido contar con evidencias – a través del Estudio sobre la movilización del conocimiento del sector público para las acciones de desarrollo de la UE y sus Estados miembros (Fase I y Fase II) – sobre el valor añadido de la CTP y su infrautilización en la cooperación internacional que permitieran iniciar un debate estructurado y estratégico entorno a cómo extraer todo el potencial de esta manera de trabajar: necesidad de respaldo político-institucional en los Estados miembros de la UE y superación de obstáculos a nivel jurídico-administrativo, financiero, organizativo y operativo.
4. Marco de referencia en España
El fundamento de la política de cooperación para el desarrollo sostenible de España se encuentra en la Constitución Española de 1978, que proclama su voluntad de colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación internacional, así como en el Tratado de la Unión Europea y en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que define la política de cooperación para el desarrollo como competencia compartida entre la Unión y los Estados miembros. Con ello, la cooperación para el desarrollo se configura como política de Estado, basada en una concepción abierta y solidaria de la sociedad internacional para responder colectivamente a los retos globales.
El anteproyecto de ley de cooperación para el desarrollo sostenible y la solidaridad global que actualmente se encuentra en tramitación parlamentaria, determina los principios, objetivos y prioridades de la política de cooperación, los órganos competentes, las modalidades y los instrumentos, incluyendo la CTP. En el preámbulo del anteproyecto de ley se reconoce la acción de las administraciones públicas en la cooperación internacional para el desarrollo, incluyendo la cooperación descentralizada, cuyo papel ya recoge la Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado. El anteproyecto de ley define la CTP con la ambición de promover la internacionalización de las Administraciones públicas, así como su participación y la de su talento público en España y en la Unión Europea en alianzas más amplias para la cooperación para el desarrollo sostenible. Destaca por tanto al personal al servicio de las administraciones como cooperante y la importancia de involucrar a las administraciones en alianzas para el desarrollo sostenible.
La Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado recoge la importancia de la dimensión internacional de la actuación del Estado para afirmar y promover los valores e intereses de España, fortalecer su presencia internacional y reforzar su imagen en el mundo. A tal efecto, establece el principio de unidad de acción en el exterior, convocando a la totalidad de los órganos constitucionales, Administraciones públicas y organismos e instituciones de ellas dependientes.
En la práctica, son las normativas específicas en materia de función pública, los regímenes de incompatibilidades y de indemnizaciones por razón de servicio las que regulan la participación del personal al servicio de las administraciones en acciones de cooperación internacional. Estas normativas en su gran mayoría entraron en vigor en una época en la que España todavía era beneficiaria de flujos de ayuda oficial al desarrollo, por lo que evidentemente solo recogen hasta cierto grado todas las dimensiones de la activa participación de las administraciones en la acción exterior del Estado y la cooperación al desarrollo, y de la creciente realidad transfronteriza de los retos que pretenden abordar nuestras políticas públicas, tanto a nivel de la Administración General del Estado como a nivel de las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales.
La cooperación española se distingue, entre otros elementos, por esta participación activa de las administraciones públicas. El sistema y sus órganos políticos y de ejecución promueven la CTP y la incorporación de las prioridades de acción exterior de las administraciones en las políticas de desarrollo. En particular la FIIAPP, que se creó a finales de los años 90 del siglo pasado para dinamizar y gestionar este tipo de actividad, se define en el anteproyecto de ley de cooperación para el desarrollo sostenible y la solidaridad global como entidad especializada en la promoción y gestión de la participación de las administraciones públicas y sus organismos en programas y proyectos de cooperación española y europea, orientando estas actuaciones hacia resultados de desarrollo sostenible.
A nivel operativo, la FIIAPP moviliza – en línea con las respectivas prioridades de acción exterior de nuestras administraciones- profesionales públicos españoles para su participación en proyectos de cooperación basados en el intercambio de conocimiento con sus homólogos en otros países. Además de promover la internacionalización de las administraciones, implicándolas en la agenda de cooperación internacional, la FIIAPP traduce el talento en desarrollo; complementando el conocimiento técnico y especializado de nuestras administraciones con metodologías que aseguran la orientación de dicho talento público hacia resultados de desarrollo en el marco de la Agenda 2030. Naturalmente, La Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo también cuenta con diversos programas de asistencia técnica orientados al fortalecimiento institucional de los países socios, como p.ej. el programa Interconnecta.
5. Movilización del talento público español y europeo:
La UE ha jugado un rol clave como catalizador en la movilización del talento público de las administraciones de sus Estados miembros. Este compromiso es más evidente en los programas Twinning/Hermanamiento y TAIEX (Asistencia Técnica e Intercambio de Información), cuyo objetivo principal es fomentar el desarrollo de capacidades institucionales a través de la cooperación entre administraciones públicas de los Estados miembros de la UE y de terceros países, a través de proyectos que recogen compromisos concretos en términos de resultados. Desarrollados, inicialmente, en la década de los 90 como parte de la política de ampliación, con el fin de acercar a los países candidatos al acervo comunitario, posteriormente se ampliaron a los países de la política europea de vecindad y, recientemente, al resto del mundo, con los primeros pilotos en 2020 en América Latina, África y Asia.
Históricamente, España ha participado en más de 350 proyectos de hermanamiento en 34 países, movilizando más de 400 funcionarios/as de diferentes administraciones y contribuyendo, por ejemplo, a la introducción de un sistema europeo de radionavegación y posicionamiento por satélite en Ucrania, a la regulación del transporte de mercancías peligrosas por carretera en Marruecos, a la mejora de la gestión sostenible de residuos en Israel, al fortalecimiento de las capacidades docentes, investigadoras y de gestión educativa en Argelia o la prevención de la radicalización en las cárceles turcas o a la gestión de trasplantes en los Balcanes. La participación española es especialmente relevante en los países de la Vecindad Sur: según el informe anual 2020 de TAIEX y Twinning, elaborado por la Comisión Europea, España fue en ese año el tercer Estado Miembro con mayor participación en esta área. Nuestro país es también pionero en la reciente expansión de este modelo de cooperación a nuevas áreas geográficas: instituciones españolas están participando en un proyecto de hermanamiento para la mejora del sistema judicial en República Dominicana.
La movilización de talento público en la cooperación europea no se circunscribe, sin embargo, a este tipo de proyectos, sino que cada vez cobra más relevancia en otras modalidades contractuales como la cooperación delegada de la Unión Europea. Se trata, en muchas ocasiones, de programas específicos de cooperación técnica pública basados en el diálogo de políticas con los países socios, a través de alianzas entre administraciones públicas.
Las instituciones españolas cuentan con una larga trayectoria en términos de participación en proyectos de CTP. Su implicación ha permitido alcanzar resultados concretos y de gran impacto en el día a día de la ciudadanía: la puesta en marcha de una red regional de atención jurídica a migrantes en América Latina; el apoyo a Burkina Faso en la adopción de una nueva estrategia para los derechos de las personas con discapacidad; el desmantelamiento de la principal red de trata de mujeres y migrantes en Níger; el diseño de escenarios climáticos adaptados en Centroamérica; el apoyo a la Ley Modelo Interamericana 2.0 de acceso a la información pública. Son ejemplos concretos de cómo la acción exterior de las administraciones públicas españolas contribuye a la mejora de los sistemas públicos en todo el mundo.
Solo a través de la FIIAPP participan anualmente 700 especialistas de nuestras administraciones en este tipo de proyectos, promoviendo su saber hacer y generando espacios de intercambio y de alianzas con instituciones homólogas de más de 120 países.
América Latina es, con diferencia, la región de mayor actividad de la CTP española. Algunos proyectos regionales de la UE se han convertido en insignia para el refuerzo de las relaciones birregionales entre la UE y América Latina y el Caribe, destacando por sus metodologías innovadoras y su capacidad para consolidar vínculos y alianzas institucionales.
Desde 2005, el programa EUROsociAL apoya, mediante el diálogo de políticas, el diseño y la reforma de políticas públicas que contribuyan a fortalecer la cohesión social y a reducir las desigualdades. Para lograr estos objetivos, desarrollaron las ‘Mesas País’, una metodología que estructura el diálogo de políticas entre pares para resolver retos de desarrollo sectoriales y multidimensionales y que ha sido adoptada por otros programas regionales entre la UE y América Latina y el Caribe. En este programa se han movilizado especialistas de más de veinticinco instituciones tanto nacionales como autonómicas y locales: Instituto de Estudios Fiscales, Agencia Española de Protección de Datos, Agencia Estatal de Administración Tributaria; Ayuntamientos de ciudades como Elche, Bilbao, Málaga, Madrid o Barcelona; e instituciones autonómicas de Extremadura, País Vasco, Andalucía, Comunidad Valenciana o Castilla La Mancha entre otras.
En materia de adaptación y mitigación del cambio climático, España coopera activamente con América Latina a través del programa EUROCLIMA+, movilizando expertos de instituciones como la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), la Agencia Española de Meteorología (AEMET) o la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid.
El programa EL PAcCTO habilita espacios de diálogo entre instituciones europeas y latinoamericanas para hacer frente al crimen organizado, abordando todas las fases de la cadena penal (policial, judicial y penitenciaria). Desde España se moviliza tanto a especialistas del Ministerio del Interior (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad e instituciones penitenciarias), como del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de la Fiscalía General del Estado y del Ministerio de Justicia. Resultados concretos han sido la creación del Comité Latinoamericano de Seguridad Interior (CLASI) o la firma de la Declaración de Bruselas sobre la creación de un ciclo político compartido de Justicia entre la UE y América Latina.
6. El futuro de la CTP: desafíos y oportunidades
La CTP ofrece un gran potencial en términos políticos y de desarrollo, tanto para las administraciones de países socios como para las españolas y europeas. Este potencial, sin embargo, está actualmente infrautilizado por diversos motivos, muchos de ellos compartidos con otros Estados miembros de la UE, como el difícil equilibrio entre las prioridades internas e internacionales que deben hacer nuestras y nuestros responsables políticos y diversos desafíos a nivel administrativo, jurídico, financiero y operativo para la movilización del talento público, como constatado por el estudio arriba citado.
En primer lugar, a nivel de “oferta europea” de talento público, algunos de los cuellos de botella tienen que ver, por ejemplo, con las disparidades entre marcos normativos y legislativos, operativos e institucionales. En el caso de España, resulta necesario avanzar en una mejor estructuración del conocimiento sobre las políticas relevantes a nivel de la Administración General del Estado, de las Comunidades Autónomas y las Entidades locales para poder diseñar estrategias de CTP en torno a una foto más completa y coherente de nuestro talento público multinivel. Este ejercicio es igual de necesario a escala europea, tanto en el resto de Estados miembros de la UE, como en la involucración de los diferentes servicios de la Comisión Europea en la ejecución de acciones de CTP. A nivel administrativo, el reconocimiento de la experiencia internacional en la carrera profesional de nuestros funcionarios/as contribuiría a la internacionalización de las administraciones y a la mayor coherencia e impacto de nuestras políticas públicas. Más allá de la eliminación de trabas administrativas, requiere de respuestas para mitigar el impacto de la ausencia temporal de personal, que actualmente solo cubren los servicios especiales en casos de designación para puestos de larga duración. Desde luego también la perspectiva de género es fundamental, no solo en el marco de una política exterior y de cooperación feminista, si no por la complejidad a la que se enfrentan las personas que representan a nuestro talento público en la cooperación internacional.
A pesar de los retos, las oportunidades que ofrece la CTP llaman a abordar estas reflexiones de forma estratégica, ambiciosa y con perspectiva de largo plazo. El acervo de modelos y políticas públicas es un elemento definitorio de la Unión Europea y de nuestra forma de ser y estar en el mundo, un modelo que inspira a muchos de nuestros socios y, por tanto, un activo distintivo en nuestra acción exterior y cooperación al desarrollo. En este sentido, la participación de cada vez más Estados miembros de la UE en esta forma de trabajar permite contar con una oferta europea más diversa, completa y atractiva. En España, la consolidada participación de las administraciones públicas se configura como una forma de generar un importante retorno en términos de nuevo conocimiento y formas de trabajar, de desarrollo relaciones institucionales, de hacer la cooperación europea más española, de promover nuestros valores y de reforzar nuestras alianzas y nuestro papel en el mundo.
Pero sin lugar a duda, el mayor valor añadido de este tipo de cooperación es su repercusión en el día a día de las personas. Los resultados de la activa participación de la función pública española en acciones de CTP demuestran el valor de lo público; una administración del Estado al servicio de la ciudadanía es vital para afrontar desafíos comunes, como ha demostrado la pandemia provocada por la COVID-19. Permite generar espacios de intercambio, alianzas y relaciones de confianza entre administraciones desde el acompañamiento de procesos de reforma de políticas públicas en beneficio de las personas y el planeta. Gracias al intercambio y aprendizaje que se genera entre servidoras públicas se acompañan reformas necesarias para contribuir a mejorar los servicios que tanto las administraciones de los países socios como las nuestras ofrecen a sus ciudadanos.
NOTAS:
(1). Alianzas para lograr los objetivos: Alianzas - Desarrollo Sostenible (un.org)
(2). Art. 26 NDICI : La cooperación entre la Unión y sus socios podrá adoptar la forma de, por ejemplo:
b) medidas de cooperación administrativa y técnica, así como desarrollo de capacidades, en particular para intercambiar experiencias de los Estados miembros en materia de transición o de ejecución de reformas, como la cooperación descentralizada mediante colaboraciones o hermanamientos entre instituciones públicas, como autoridades locales, organismos públicos nacionales o entidades de derecho privado a los que los Estados miembros y los de una región o país socios confíen misiones de servicio público, así como medidas de cooperación en las que participen expertos del sector público enviados por los Estados miembros o por sus autoridades regionales y locales: Publications Office (europa.eu)
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