Diariodenavarra.es – Íñigo Salvoch – 04.04.22
Ahora bien, si muchos son los llamados a trabajar en la plantilla del Gobierno de Navarra (más de 28.000 trabajadores de media) pocos van a ser los elegidos para el teletrabajo. Y es que de partida quedan excluidos los puestos de trabajo de los sanitarios, docentes, cuidadores, policías forales, bomberos y personal de Protección Civil, que juntos suman más de 20.000 empleados. En definitiva, es el personal de la llamada Administración Núcleo, especialmente técnicos y administrativos, el que va a poder solicitar el teletrabajo. Pero tampoco todos tendrán esa posibilidad ya que de acuerdo a la nueva normativa, no se autorizará a quienes ocupen puestos que impliquen una atención directa al público.
MIEDO A LA DISCRECIONALIDAD
Desde el Gobierno de Navarra se contempla la experiencia piloto del teletrabajo durante el período de pandemia como un buen precedente “en el que ha quedado contrastada la responsabilidad y dedicación del personal” y que “ha permitido un funcionamiento eficaz de los servicios públicos”.
Pero ahora que toca implantar el teletrabajo fuera de la excepcionaldiad de la pandemia, uno de los temores de los sindicatos es la posible “discrecionalidad” de la que van a disponer las jefaturas a la hora de conceder o no las autorizaciones. Un temor que, en todo caso, no impide que UGT y AFAPNA se hayan posicionado a favor del decreto. El resto de sindicatos de la Mesa General de Función Pública (LAB, CC OO y ELA) se han abstenido, por lo que la regulación sale adelante sin rechazo.
De este modo, los funcionarios y empleados públicos podrán teletrabajar hasta el 60% de su jornada laboral (tres días a la semana). Para su organización, cada departamento deberá adaptar las peticiones de sus equipos de trabajo en función de sus recursos humanos y su actividad. De este modo, en el caso de que en una unidad de trabajo hubiera más peticiones de teletrabajo que plazas disponibles y no se alcanzara un acuerdo para el reparto se procedería a un sorteo. Los permisos para teletrabajar se concederán por un año y podrán prorrogarse en función de la disponibilidad de plazas.
LOS MEDIOS QUE SE APORTAN
Una de las principales reivindicaciones de los sindicatos es que el teletrabajo no sólo no debe suponer ninguna merma de derechos para los trabajadores que se acojan a esta modalidad, sino que además no debe suponerles ningún coste añadido. Ante las dificultades de medir costes como la luz, conexión a internet o calefacción, desde la parte laboral se pedía algún tipo de compensación. Sin embargo, desde el Gobierno sólo existe el compromiso de facilitar un ordenador portátil de acuerdo a la disponibilidad, así como los programas informáticos necesarios para las tareas a desarrollar. En cuanto a Presupuesto, el Gobierno foral dispone de 1,40 millones para financiar esta modalidad de trabajo durante 2022 y 2023.
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