La Nueva España. 05.06.2012
Mucho ruido y pocas nueces. En esto se ha quedado la polémica letra pequeña de la nueva ordenanza de tráfico y seguridad vial aprobada por el Ayuntamiento de Avilés en 2009. La norma, puntillosa hasta el extremo, establecía la imposición de sanciones de entre 90 y 300 euros por cuestiones como: detenerse en la acera formando grupos, coger un taxi fuera de la parada, cruzar la calle fuera de los pasos de peatones, esperar al autobús fuera de la marquesina, o circular en bicicleta sin timbre. Tres años después de la aprobación de la norma, la Policía Local no ha tramitado ninguna denuncia por esta relación a ninguna de estas causas.
Así, y según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Avilés, las únicas denuncias infrecuentes relacionadas esta ordenanza tramitadas por los agentes de la Policía Local que trabajan en las calles de Avilés tienen que ver con cruzar la calle fuera de los pasos habilitados (cuatro denuncias), invadir el carril de circulación sobre patines (1 denuncia), hacer un caballito con la moto (1 denuncia) y atar el ciclomotor a una farola (1 denuncia).
El concejal de Tráfico en el Ayuntamiento de Avilés, Luis Fernández Huerga, explica los ayuntamientos suelen incluir esta letra pequeña en las ordenanzas por recomendación de los servicios jurídicos, porque facilita la aplicación en casos extraordinarios. Ahora bien, el concejal asegura que lógicamente no son de aplicación ni siquiera habitual, sino herramientas que sirven para resolver algún conflicto que pueda ocurrir, asegura el concejal de Tráfico en el Ayuntamiento avilesino. Cuando se aprobaron las ordenanzas se armó mucho revuelo sin motivo. Algún apartada forma parte de las ordenanzas que vienen de antaño, y figuran por recomendación jurídica, asegura Luis Fernández Huerga.
El municipio vivió una agitada polémica en 2009 durante la tramitación y aprobación de la nueva ordenanza de tráfico y seguridad vial. Mientras los vecinos y los grupos de la oposición criticaron el rigor en exceso de la ordenanza, desde el Ayuntamiento insistía en que era necesario disponer de una normativa para resolver los casos de conflicto. No obstante, los vecinos confiaban en el sentido común a la hora de regular la convivencia. La ordenanza establece una sanción para quien corra o salte por la calle, es obvio que no se va a multar a todos los que salten por la calle, ¿pero qué ocurre si una de esas personas que va saltando golpea a otra y la hiere? Para eso es necesario contemplar la excepción, por si se da el caso, y siempre con criterios de racionalidad, se pueda cursar la denuncia correspondiente, aseguraba entonces el concejal de Tráfico en Avilés. En este caso, el tiempo le ha dado la razón. La ordenanza existe cómo herramienta jurídica pero su aplicación en forma de denuncia no forma parte del día a día en el municipio.
La ordenanza de tráfico y seguridad vial consta de 86 artículos con sustento legal en la ley sobre Tráfico y en el Reglamento General de Circulación. Además, la mayoría de los artículos coinciden con los que tienen en vigor otros ayuntamientos. Las peculiaridades de la ordenanza avilesina tienen que ver con que el Ayuntamiento aprovechó la implantación de la zona azul para refundir en un mismo texto la normativa reguladora de los aparcamientos de pago, la vieja ordenanza local sobre el tráfico y la ordenanza sobre uso de las zonas peatonales, que data de 202 y que también fue polémica en origen porque prohibía, por ejemplo, sentarse fuera de los espacios habilitados al efecto o la circulación peatonal por la acera de la izquierda.
Los vecinos y los grupos políticos de la oposición criticaron la ordenanza durante su tramitación al entender que se trataba de una norma rigurosa en exceso. Por contra, el Ayuntamiento de Avilés, defendió que se trataba de una herramienta jurídica para aplicar en casos extraordinarios, a la vez que prometió que su aplicación no sería frecuente.
Las multas
La nueva ordenanza de tráfico establece sanciones por situaciones como las que siguen a continuación: cruzar fuera de un paso de peatones (90 euros), detenerse en las aceras formando grupos (90 euros), correr, saltar o circular por la calle molestando (90 euros), esperar a los autobuses fuera de las marquesinas (90 euros), coger un taxi fuera de la parada (90 euros), hacer caballitos con la moto o con un quad (120 euros), circular con animales por la ciudad (90 euros), abrir las puertas de un coche antes de que pare (90 euros).
La aplicación
Desde su aprobación, hace tres años, la Policía Local no ha tramitado apenas denuncias relacionadas con los artículos polémicos de la ordenanza de tráfico. Entre las denuncias infrecuentes sí figuran por ejemplo siete sanciones por: cruzar la calle fuera de los pasos habilitados, invadir el carril de circulación sobre patines, hacer un caballito con la moto y atar el ciclomotor a una farola.
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