La Junta desarrolla más de 400 evaluaciones en el último año para conocer el estado de la salud psicosocial de sus empleados públicos y proponer mejoras en este ámbito en cada centro de trabajo

El Gobierno autonómico mantiene el convencimiento de que el bienestar físico y mental de los trabajadores de la administración influye positivamente en las labores desarrolladas a diario por estos empleados, y esto repercute directamente en la calidad de su trabajo, tanto en el ámbito de la atención al ciudadano como en el de la resolución ágil y eficaz de los trámites y expedientes a su cargo.

Jcyl.es 02.06.25

El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, ha inaugurado la Jornada de Prevención de Riesgos Laborales ‘Salud Mental en el Trabajo’, organizada por la Escuela de Administración Pública de Castilla y León (ECLAP), adscrita a esta Consejería.

La salud mental es fundamental en el ámbito del empleo público, ya que influye directamente en el bienestar de los trabajadores, en su desempeño y en su capacidad para ofrecer servicios de calidad a la ciudadanía. Un entorno laboral que promueve el equilibrio emocional y previene el estrés contribuye a reducir el absentismo, aumentar la motivación y mejorar la eficacia en la gestión pública. Además, cuidar la salud mental fortalece la resiliencia del personal ante los retos diarios, garantizando un servicio público más efectivo y cercano a las necesidades de la Comunidad.

Consciente de esta realidad, en 2024 la Consejería de la Presidencia, a través del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, emprendió, como política preventiva, un nuevo y detallado estudio para identificar, evaluar y poner remedio a los distintos factores de riesgo psicosocial que existen en los diferentes centros de trabajo de la Junta de Castilla y León, a través de un sistema basado en cuestionarios personales y anónimos siguiendo la metodología FPSICO 4.1 del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que analiza factores como la carga, variedad y contenido del trabajo, el interés y el apoyo social que reciben los trabajadores por parte de sus superiores, o la calidad de las relaciones humanas que se generan en torno al trabajo diario.

Tras el análisis de los resultados de las 402 evaluaciones de este tipo que se llevaron a cabo el año pasado en el mismo número de centros de trabajo, la Junta de Castilla y León consideró pertinente realizar más de una treintena de estudios específicos para profundizar en la situación de aquellos entornos en los que se identificaron indicadores especiales de riesgo psicosocial.

Dichos estudios fueron realizados por los diferentes Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales de la Junta en cada una de las Delegaciones Territoriales, a través de entrevistas personales con los empleados públicos o de visitas a los centros de trabajo para conocer su funcionamiento de primera mano. De esta forma, la Junta pudo formular distintas propuestas de mejora ajustadas a la realidad de cada uno de los centros evaluados, que fueron después elevadas a los responsables de dichos centros para que puedan tomar medidas específicas en los ámbitos que sea necesario.

En palabras del consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, “la salud mental se ha convertido en un eje estructural de nuestras políticas públicas: el estrés laboral, la fatiga emocional, la desmotivación son realidades que afectan a la salud física, a la convivencia, al rendimiento, a la calidad del servicio, y, en última instancia, al sentido mismo del trabajo público”.

En sintonía con esta visión proactiva, preventiva y personalizada del cuidado de la salud mental en el entorno laboral, en 2024 la ECLAP de la Consejería de la Presidencia organizó 70 cursos, presenciales y online, centrados en aspectos psicosociales, en los que participaron alrededor de 1.500 empleados públicos. Esta formación está orientada a dotar de herramientas prácticas para mejorar la gestión emocional, prevenir el desgaste y fomentar entornos de trabajo saludables. En 2025, se alcanzarán los 83 cursos en esta materia: un incremento del 18 % que demuestra la implicación, cada vez mayor, de la Junta en este ámbito.

Medidas directas contra la violencia

Por otro lado, la Junta de Castilla y León es consciente de que trabajar en un entorno libre de violencia y acoso es fundamental para preservar la salud mental de las personas, ya que fomenta un ambiente de respeto, seguridad y bienestar emocional. Por ello, es vital implementar políticas y prácticas que prevengan y erradiquen estas conductas para garantizar un ambiente digno y seguro para todos.

En concreto, en el terreno de la violencia en el trabajo, durante esta legislatura la Junta de Castilla y León ha actualizado el protocolo que establece su procedimiento específico de actuación para agilizar la identificación, el análisis, y, en su caso, la denuncia de situaciones de este tipo, diferenciando los casos de violencia interna, que tienen una tasa de incidencia de 0,66 por cada 1.000 empleados, y los de violencia externa, con una tasa de incidencia de 2,32 por cada 1.000 empleados. A su vez, en el campo de la prevención del acoso sexual, destaca la publicación del protocolo de prevención y actuación frente a este tipo de acoso, que prevé la formación de asesores confidenciales y grupos de asesoramiento para eliminar cuanto antes cualquier posible caso de este tipo.

En definitiva, y como ha recordado González Gago, “avanzar en la materia de la salud mental no es un lujo ni una moda, sino una exigencia ética, institucional y social”.

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