Contaminación acústica
lacerca.com 03/01/2012
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Talavera de la Reina, Florencio Gutiérrez, ha explicado este lunes las novedades que contempla el proyecto de Ordenanza Municipal de Protección frente a la contaminación acústica para adaptarse a la ley estatal del año 2003.
En rueda de prensa, Gutiérrez ha explicado que es una ordenanza compleja que vendrá a mejorar el panorama acústico de la ciudad con beneficios tanto para vecinos como para dueños de negocios por el control que se va a llevar a cabo.
Dicho esto, ha avanzado que se establecen cuatro tipos de actividades susceptibles de ser ruido, y por ello se exigirá un estudio de insonorización para instalar cualquiera de ellas.
El tipo cero se refiere a locales de ocio que no tienen medios audiovisuales, y en su interior no se pueden sobrepasar los 70 decibelios de ruido, que nunca deben alcanzar la calle, ya que se sigue manteniendo el nivel de ruido exterior de 30 decibelios por la noche y 45 por el día, ha matizado
La actividad de grado uno abarca a establecimientos como bares que sí pueden disponer de medios audiovisuales en su interior pero sin equipos de amplificación de sonido.
El tipo dos contempla inmuebles con equipos audiovisuales que no excedan de 95 decibelios en su interior siempre que estén debidamente insonorizados.
El último tipo se refiere a locales donde se superen los 95 decibelios en el interior, como los dedicados a conciertos, que tendrán puertas de acceso y salidas de emergencias pero no podrán disponer de ventanas abatibles hacia el exterior.
SERVIDUMBRE ACÚSTICA
Por otra parte, el edil ha añadido que en el proyecto de ordenanza se ha introducido el concepto de servidumbre acústica para regular ruidos extraordinarios que se generen por ejemplo en eventos culturales, fiestas de barrios, ferias o por fuegos artificiales, y gracias a esta novedad el Ayuntamiento indicará el nivel de ruido que se permite generar y los horarios previstos para el mismo.
Además, en el proyecto de ordenanza queda reflejada la protección de zonas acústicamente saturadas, donde no se otorgarían licencias de actividades económicas que hicieran ruido.
También se han elaborado mapas de ruido, a pesar de que la ciudad no está obligada a diseñarlos, y se ha adquirido un sonómetro de alta tecnología; tanto los agentes de la Policía local como el personal de Medio Ambiente recibirán cursos de formación para poder efectuar las mediciones correctamente.
A preguntas de los periodistas, Gutiérrez ha precisado las sanciones previstas en la ordenanza que prevé multas de entre 180 y 600 euros para las faltas leves, de 600 hasta 12.000 las graves y las muy graves a partir de 12.000 euros.
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