Navarra.es 26.06.25
Así, el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús María Rodríguez, ha afirmado, durante la presentación a la que han acudido unas cuarenta personas, que “durante décadas, el discurso sobre la despoblación ha estado condicionado por una mirada simplificada, basada casi exclusivamente en datos de densidad poblacional”. Esta visión reduccionista, ha añadido, “no sólo ha invisibilizado realidades locales muy diversas, sino que ha limitado la capacidad de diseñar políticas ajustadas a las necesidades concretas de cada municipio”.
Con este nuevo indicador, “Navarra se sitúa a la vanguardia en el análisis y tratamiento del fenómeno de la despoblación”, ha considerado el director general. Además, ha despertado interés a nivel internacional, ejemplo de ello es la participación en el evento ESPON Territorial Research Conference celebrado el pasado 4 de junio en Bruselas.
Esta herramienta “no sólo mejora el diagnóstico, sino que abre la puerta a una política territorial más justa, eficaz y sensible a la diversidad territorial de Navarra”, ha defendido Rodríguez y considerado que “combatir la despoblación exige mucho más que buenas intenciones: exige datos rigurosos, políticas adaptadas y decisiones valientes. Y hoy, Navarra da un paso firme en esa dirección”.
Una herramienta para territorios inteligentes
El nuevo indicador multidimensión se inscribe dentro de una apuesta clara por la inteligencia territorial y la toma de decisiones basadas en evidencias. A través de un modelo que combina 27 variables agrupadas en cuatro grandes dimensiones —demografía, economía, servicios y relaciones sociales—, este sistema permite identificar tanto los efectos como las causas del riesgo de despoblación. El objetivo no es solo describir, sino orientar la acción pública: saber dónde actuar y en qué dimensión centrar los esfuerzos.
Las principales innovaciones del indicador multidimensión pasan por una zonificación más precisa y útil. Frente al modelo vigente, basado en densidad y pérdida poblacional, el nuevo indicador distingue cinco categorías claras y comprensibles (riesgo extremo, alto, moderado, en observación y sin riesgo), superando limitaciones anteriores e incluyendo variables accionables.
El indicador permite una mejor orientación de políticas y recursos: esta nueva herramienta hace posible priorizar la acción pública —ayudas y beneficios fiscales— en los municipios que más lo necesitan, de forma más justa y eficiente. Además de un análisis desagregado por dimensiones: más allá del indicador sintético global, la plataforma permite consultar el nivel de riesgo municipal por cada una de las dimensiones clave, lo que facilita diagnósticos más finos y respuestas adaptadas.
Es posible, también, con la nueva herramienta la consideración de dinámicas comarcales al incluir un análisis a escala comarcal, reconociendo que los municipios no son islas y que los entornos territoriales influyen en su evolución demográfica.
Nuevas categorías y nuevos patrones identificados
El análisis multidimensional ha permitido reclasificar de forma más ajustada la situación de numerosos municipios, distinguiendo las cinco categorías: riesgo extremo, alto, moderado, en observación y sin riesgo. De esta manera, se introduce la nueva categoría de municipios “en observación”, que, aunque no presentan riesgo actual, se encuentran cerca de umbrales preocupantes y serán monitorizados de manera continua para anticipar posibles retrocesos.
Además, el nuevo indicador multidimensional permite identificar con mayor precisión los factores que inciden en el riesgo de despoblación, revelando patrones territoriales diferenciados como demografía o la brecha entre lo urbano y lo rural se refleja con claridad. Mientras los municipios urbanos mantienen una población más joven y dinámica, algunas zonas rurales del norte y este enfrentan desafíos demográficos, con menor relevo generacional y saldos migratorios negativos.
El indicador multidimensional permite observar una mayor diversificación económica en municipios del sur, frente a mayores dificultades estructurales en el norte, en términos de empleo, renta o densidad empresarial. Además, la accesibilidad a servicios públicos sigue siendo un reto en áreas de montaña y zonas mal conectadas, lo que subraya la necesidad de reforzar la equidad territorial en el acceso a servicios esenciales.
También, destacan positivamente muchos municipios del noroeste, con un fuerte tejido asociativo y alta participación local, lo que representa un activo clave para la resiliencia territorial, pese a los desafíos metodológicos en la medición de esta dimensión.
Un proyecto de consenso en curso de participación y mejora
El proyecto es fruto de un intenso trabajo a través de un grupo técnico integrado por representantes de NASTAT, la Universidad Pública de Navarra y la Universidad de Navarra, así como las Direcciones Generales de Administración Local y Despoblación y la Dirección General de Planificación, Coordinación, Innovación y Evaluación de Políticas Públicas y la asistencia técnica de Lursarea. Se ha presentado al Grupo Motor de la Estrategia de lucha contra la despoblación el pasado lunes 23 de junio para recibir aportaciones y mejoras del territorio. Asimismo, la herramienta está disponible en la web www.despoblacion.navarra.es para darla a conocer a toda la ciudadanía y recibir sugerencias de mejora a través del correo despoblacion@navarra.es antes de presentarla a la Comisión Interdepartamental para aprobar una nueva zonificación.
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